MEDITACIÓN

 

L A  MEDITACIÓN  ES  LA  PUERTA  DE  LA  SANACIÓN

 

OSHO NOS EXPLICA LA MEDITACIÓN:

 

 

Meditar es un estado de no-mente , es decir, un estado de conciencia pura sin contenido específico, en el que te conviertes en un simple testigo del fluir de tus sensaciones corporales, de tus pensamientos, de tus emociones, sin identificarse con ninguno, sin perseguir ningún objetivo, ningún deseo.

 

Los procesos mentales generan dualidad, diferenciación, evaluación, concentración, todos ellos contrarios a lo que es meditación . Para meditar deja tu mente en un segundo plano, haciéndote liviano, indiferente y no identificado con tus pensamientos, siendo un simple testigo de los mismos. Y así como con los pensamientos,  al meditar serás testigo de tus sensaciones corporales y de tus emociones.

 

Hay quienes creen que la meditación es concentración: nada más lejos de la realidad. En la concentración hay un sujeto que se concentra, ejerciendo un acto de voluntad, y un objeto sobre el cual se fija la atención, creando así una dualidad de conciencia, una demarcación de límites, en la que ejerces un proceso mental que por referencia al pasado busca comparar y encontrar una conclusión. Todo esto se opone al estado meditativo. Por ello la concentración crea cansancio, mientras que la meditación puede hacerse por tiempo indefinido sin agotamiento alguno, ya que la meditación no es un acto de voluntad, ni una actividad mental, sino una relajación consciente en la que no existe división o separación entre lo interno y lo externo, no estás buscando comparar nada ni persigues arribar a conclusiones de ningún tipo.

 

Observar es meditación. Lo que observas es irrelevante...puedes observar los árboles, puedes observar el río, puedes observar las nubes, puedes observar a los niños jugando. El objeto no es el propósito, sino la calidad de tu observación, la cualidad de estar alerta y consciente. Eso es meditación. Cualquier cosa que hagas con presencia es meditación. La acción no es el asunto, sino la cualidad que le imprimes a tu acción. Caminar puede ser meditación si caminas alerta.

Estar sentado puede ser meditación si lo haces con presencia. Escuchar estas palabras puede ser meditación si las escuchas con consciencia. Simplemente escuchar el ruido interior de tu propia mente puede ser meditación, si permaneces alerta y observador. El meollo está en no proceder dormido y entonces todo lo que hagas será meditación.

 

La clave y el espíritu esencial de la meditación está en aprender cómo presenciar, es decir, de convertirte en espectador de lo que ocurre en torno a ti, sin crear dualidad, sin crear separación, haciéndote uno con el todo. Y para presenciar es necesario primero permanecer centrado.

 

Al  meditar aceptas tu lugar, tu momento, tu entorno presente, sin deseos, sin buscar, sin forzar, sin pensar en el pasado o en el futuro, sin repetir mantras mecánicamente, sin fijarte límite alguno. Al meditar no haces nada en particular, sino que simplemente te dejas llevar y fluir con plena consciencia en tu experiencia del momento, sin interferir, sin discriminar, sin juzgar... Entiende que al meditar estás abriendo la puerta de tu expansión al amor, la libertad y la creatividad.

 

La meditación no está reñida con la acción, ni tienes que escapar de la vida para meditar. Todo lo contrario: tu vida continúa pero con mayor intensidad, con mayor alegría, con más creatividad, con mayor claridad y visión. La meditación te enseña una nueva  forma de vida: estás armoniosamente centrado, distanciado del torbellino de acontecimientos externos a ti. Estás en el centro del ciclón, en un estado de éxtasis y realización.

 

El éxtasis es nuestra propia naturaleza. No estar en éxtasis es simplemente innecesario. El estar en éxtasis es natural, espontáneo, no requiere de esfuerzos. Toma un gran esfuerzo el ser miserable...por eso es que luces tan cansado, porque la miseria es realmente un trabajo muy duro...mantenerla es muy difícil porque estas haciendo algo contra la naturaleza. Estás yendo contra la corriente... Eso es la miseria .¿Y qué es la dicha? es fluir con el río. Tanto es así, que la distinción entre el río y tú simplemente se pierde: Tú eres el río. ¿ Cómo puede ser difícil el ir con el río? No necesitas nadar, simplemente flotas y el río te lleva al océano, porque el río va para el océano. La vida es un río: no la empujes y así no serás miserable.

 

 

El miedo más grande del hombre está en conocerse a sí mismo. El cúmulo de condenaciones que a lo largo de tu vida has recibido de tus padres, de la escuela, de tus relaciones pasadas, de la sociedad, de tu religión, hace que desees esconderte de ti mismo, por tanta basura acumulada en tu interior.

 

Por eso evitas estar solo y tratas de llenarte de cosas externas, de innumerables pasatiempos y distracciones, o estás en el otro extremo ocupado con trabajos y carreras alocadas, de gente dispar, viviendo en angustia, impaciencia y apuros, haciéndote dependiente de tus seres y objetos queridos, viviendo dormido como drogado por todo lo externo a ti.

 

Esa manera de vida te lleva a no estar a solas contigo mismo en silencio. Y mientras

más te alejas de tu propio centro, mientras más evades tu propia esencia, más te creas tensión, sufrimiento y miseria, cayendo en un círculo vicioso en el que crees que necesitas de más estímulos externos, que a su vez te irán alejando más de tu propia naturaleza interior.

 

Da vida a las cosas que son hermosas...no des vida a cosas feas. No tienes tanto tiempo, tanta energía, para malgastar. Con tal corta vida y con tal pequeña energía de que dispones, es sencillamente una estupidez el perderla en tristezas, en rabias, en odios, en celos... Utilizarla en amor, utilizarla en algún acto creativo, utilizarla en amistad, utilizarla en meditación. Haz algo con ella que te lleve más alto y mientras más alto alcances más fuentes estarán disponibles para ti. Y en el más alto punto de conciencia tú eres como un Dios. Está en tus manos. 

 

La meditación  es la gran transformación, es el camino que te lleva desde el lugar donde ahora estás, al lugar donde deberías estar, ese lugar que añoras desde el fondo de tu ser, ese lugar donde mora la plena armonía y celebración contigo mismo y con la vida. La meditación te lleva a percatarte de tu propia perfección tal cual eres; a recordar y recuperar el estado original de pureza que tenías cuando naciste y que fuiste perdiendo a medida que fuiste entrenado y programado para ser un engranaje, un simple apéndice de la sociedad en la que  creciste.  

 

Para meditar con efectividad, tienes que partir de la base de que eres consciente de amarte a ti mismo. Sin este prerrequisito, la meditación no dará sus frutos, ya que meditación es simplemente estar en estado de dicha contigo mismo, con tu propia presencia. ¿ Y cómo te amas a ti mismo? Aceptándote y queriéndote tal cual eres, sin juicio, conectado con tus cualidades innatas, que son únicas, individuales, irrepetibles, recuperando tu autoestima, tu respeto y dignidad por ti mismo, renunciando a tu pasado oscuro para volver a estar fresco, como recién nacido en la inocencia y pureza de tu esencia.

 

Acéptate a ti mismo, como tú eres...y ésa es una de las cosas más difíciles del mundo, porque va contra tu entrenamiento, educación, tu cultura. Desde el inicio te fueron diciendo cómo tenías que ser, nadie nunca te dijo que eras bueno como tú eres. No seas obsesionado  contigo mismo, pero un amor propio natural es imprescindible, es una condición básica por la cual puedes entonces amar a otros.  Acéptate a ti mismo, ámate  a ti mismo. Ninguna otra persona ha sido jamás como tú y nadie más será como tú. Tú eres simplemente único, incomparable: acepta esto, ama esto, celebra Esto y en esa misma celebración comenzarás a ver la singularidad de lo demás, la incomparable belleza de los otros. El amor es sólo posible cuando hay una profunda aceptación de uno mismo, del otro, del mundo, Aceptar es el elemento clave en el cual crece el amor, en el cual florece el amor.

 

En el proceso de meditación vas a ir entrando, paulatinamente con el paso del tiempo y acorde a la persistencia en tus prácticas cotidianas, en un mayor grado de conciencia, de mayor presencia en el momento del presente.

 

Puede ocurrir que la luz que portas vaya gradualmente revelando asuntos turbios e incómodos que tengas acumulados en tu subconsciente. Es como cuando entras por primera vez a un cuarto oscuro con una vela y empiezas a ver objetos extraños y antiguos. Algunos serán útiles los podrás aprovechar, otros serán inútiles y habrá que desecharlos. Es un proceso de limpieza interior, que es la verdadera sanación.

 

L a sanación puede ser a veces incómoda. Una manera de enfrentar los efectos contraproducentes desde ese proceso de sanación es el siguiente: cada vez que te encuentres en un estado de miedo, de rabia, de duda, de bloqueo, de angustia, de melancolía , de adversidad, de dolor, simplemente asume el rol de testigo de tal emoción sin luchar en contra de ella. Cuando te topes interiormente con alguno de estos estados, no te opongas ni pretendas ignorarlo pues estarías exponiéndote a males mayores. En lugar de hacer resistencia, peleando con tus pensamientos, con tus condicionamientos del pasado, observa tus emociones y sensaciones sin juicio, sin censura, sin condena, permaneciendo en silencio y quietud, puramente atestiguando sobre aquello con lo que te encuentras. 

 

 

Ser testigo implica tomar una postura de espectador sin prejuicios, de imparcialidad absoluta.

Cuando permaneces como testigo de ti mismo, encontrarás paulatinamente cómo todas esas capas de resistencia, de negatividad, se van disolviendo por sí mismas, se van depurando, se van transmutando, sacando a relucir tu potencial creativo, tu confianza plena, tu alegría  de vivir, tu amor sin limites. Con el paso del tiempo, al permanecer como un espectador de todo cuanto te ocurre, te irás haciendo más y más consciente de que en tu propia esencia interior, en tu  propio centro, tú no eres tu cuerpo físico i tus pensamientos materiales; tú no eres tu mente ni lo que has aprendido, tú no eres tus emociones ni lo que has sufrido o disfrutado, sino que tú simplemente eres esencia pura existencial, eres una unidad con el todo de la creación universal. Y así con esa actitud de trascendencia todo el cielo estará abierto para ti y todo lo que te ocurra será bendición una oportunidad de crecimiento, de expansión  de tu más puro y sublime potencial.

 

La capacidad de estar solo es la capacidad para amar. Puede lucir paradójico para ti, pero no lo es. Es una verdad existencial. Solamente aquellas personas capaces de estar solas son capaces de amar, de compartir, de  entrar en las más profundas capas de la otra persona, sin posesividad,  sin volverse dependientes del otro, sin reducir al otro a un objeto y sin convertirse en adictos del otro. L e permiten al otro absoluta libertad, porque saben que si el otro se va, permanecerán tan felices como están. Su felicidad no puede ser llevada por el otro, porque no proviene del otro.

Entonces, ¿ porqué querrán estar juntos? .Porque ya no es más una necesidad, sin un lujo: ellos disfrutan compartir, ellos tienen tanto disfrute en sí mismos que quieren revertirlo en otro. Ellos saben como tocar el instrumento musical de su vida como virtuosos solistas. El flautista sabe disfrutar de su flauta como solista...y si viene y se encuentra con un solista de cuerdas con quien disfrutar conjuntamente de su música a dúo, entonces harán armonía entre la flauta y las cuerdas.

 

Cuando tu presencia interna gradualmente se vaya haciendo más profunda, llegarán momentos de silencio, de quietud, de espacio puro y transparente en el que sabrás quien eres y encontrarás respuestas a los misterios de tu existencia. Llegará finalmente el día en que la meditación se convertirá en tu estado natural y permanente de ser, en el que te has soltado y liberado en tu propio ser. Entonces ninguna técnica será ya necesaria pues tu vida entera, instante a instante, será una continua y fluida meditación sin fin. Pero mientras eso no ocurra-y tampoco esperes ansiosamente a que eso ocurra- necesitarás  preservar con constancia y paciencia, pero sin esfuerzo, aplicando las técnicas o métodos de meditación que  mejor se adapten a tus circunstancias personales. 

 

Para transitar por el sendero de la meditación requieres tener cuidado y estar muy alerta, pues por incontable tiempo has estado sujeto a los vaivenes y trucos de tu propia mente, que en lugar de ser tu instrumento de ascensión, se ha alzado y convertido en un artífice dominante y limitante que te ha sometido a caprichos y concepciones que vienen impuestos por otras personas, por la sociedad, por la cultura, por la religión, por las creencias políticas, en fin, por tantos aspectos ajenos a tu esencia pura, que no te has detenido a cuestionar y cuyos objetivos son el controlarte para explorarte al antojo y convivencia de terceras personas.

 

El cielo está aquí...solo que tienes que saber cómo vivirlo. Y el infierno también está aquí ...Y ya tú sabes perfectamente bien como vivirlo .Es sólo un asunto de cambiar tu perspectiva, tu encuentro hacia la vida. La tierra es hermosa ...si tú comienzas a vivir su belleza, disfrutando de sus dichas, estás en el paraíso . Si tú condenas todo, entonces la misma tierra se torna en un infierno, solo para ti. Depende de ti en que estado vives, es tu propia transformación, no es un cambio de lugar sino un cambio de espacio interior. Vive en gracias, sin culpabilidad. Vive en totalidad y entonces el cielo dejará de ser un concepto metafísico para convertirse en tu propia experiencia.

  La técnica específica de meditación que utilices es solo el vehículo que tu resuelves tomar para conectarte mejor con tu realidad, con tu propia esencia, acorde a las circunstancias de tu momento. Por ello es conveniente que la selecciones acorde a lo que más sea cónsono  con tu propia naturaleza. Si sientes que estas forzando algo, no tendrás éxito. Mientras más luchas, más te alejas de la victoria. Hay personas que están más orientadas a la actividad de su cuerpo y para ellas el ejercicio físico consciente puede ser su meditación. Otras personas más conectadas con su corazón  y para ellas la oración puede ser su camino de meditación. Para los más inclinados a la intelectualidad, el estar sentado en una cómoda poltrona sin hacer nada puede ser su meditación .

 

 

L a meditación  es  la  fuente  que te da entendimiento y luz, por ser tu experiencia interior, con la cual adquieres verdadera sabiduría, que no es más que la expresión exterior de tu experiencia interior. Cuando mediante tu meditación sientas amor incondicional, sabrás inequívocamente que tu meditación es auténtica, que es efectiva. El hombre dedicado a la meditación no puede errar: es un ser feliz. En cambio un hombre que solo ha adquiriendo sabiduría por libros, no es más que un loro, solo es capaz de repetir lo que otros han dicho. El conocimiento real proviene de la meditación, que es la substancia de la sabiduría. Solo penetrando en lo más profundo de tu ser, mediante la meditación, encontrarás auténtica sabiduría que se manifestará externamente en todo lo que digas, hagas, no digas, o no hagas. Sólo  la mente crea distinciones , separaciones, argumentaciones inútiles y dualidad que únicamente te traerán conflicto y confusión .

 

El sendero de la meditación -concebido como un tránsito de no-mente, es decir, un estado de conciencia pura sin contenido específico -es el sendero de la liberación y de la apertura hacia tu exquisito y único potencial como individuo, como persona libre de ataduras e ideas preconcebidas, libre de pensamientos limitaciones y castrantes, dispuesto a crecer y a recibir de brazos abiertos, sin apuros, sin aprehensión, todo aquello que la existencia coloque en tu camino, aceptando con amor las facilidades y las dificultades, como simples aventuras o retos, para experimentarlas con intensidad y totalidad, como parte del maravilloso juego de la vida.

 

                                         OSHO

 

 

SIMBOLO DE MEDITACIÓN Y SANCIÓN ANTAHKARANA

MEDITACIÓN : CON  EL ANTAHKARANA

El Antahkarana es un símbolo antiquísimo de Sanación y Meditación que ha sido usado en el  Tíbet y la China durante miles de años.

Este símbolo tiene un poder energético muy grande; ya que simplemente por estar en su presencia crea un efecto positivo sobre los chakras y el aura. Realizando curación, concentra y profundiza todas las energías  de sanación aplicadas en su presencia.

El Antahkarana es parte de la anatomía espiritual, en la conexión entre el cerebro físico y el Yo superior, esta conexión es la que debe sanar y desarrollarse para poder crecer espiritualmente.

Este símbolo activa esta conexión cada vez que nos hallamos ante su presencia.

En meditación este poderoso símbolo, crea automática mente lo que los taoístas llaman -La  Gran  Órbita  Microcosmica -, donde las energías físicas que normalmente entra por el chakra  coronario, ante la presencia de este símbolo entran por los pies y suben por la parte posterior del cuerpo hasta la parte superior de la cabeza, bajando por la frente nuevamente hasta los pies, realizando un circulo lumínico cimentando de esta manera la persona a la tierra y creando un continuo flujo de energía a través de los chakras.

El Antahkarana es un símbolo multidimensional.

Representa la unión de la dimensión Espiritual  con la dimensión material. El cuadrado exterior representa la materia y el  círculo interior el Espíritu.

Está constituido por tres siete colocados  formando un aspa que gira en sentido horario. Esto representa  el Espíritu y su vibración insuflando la vida u expandiéndose en la creación material. Cuando se observa así se ve como una superficie plana, desde esa perspectiva parece bidimensional .

Los brazos del aspa son tres representando a la trinidad del Espíritu - Padre, Madre, Hijo-.

Los tres siete representan los siete chakras, los siete tonos  de la escala musical, los siete Rayos  Cósmicos  y sus Arcángeles.

Desde otra perspectiva  aparece como un cubo  tridimensional, símbolo del mundo material que el Espíritu crea en su manifestación.

Su energía se mueve desde dos a tres dimensiones visibles, continuando hacia arriba por vías energéticas imperceptibles para el ojo humano, hacia la dimensión del Yo superior.

Este maravilloso símbolo es muy especial y tiene su propia conciencia. Trabaja directamente sobre el aura y los chakras y los regulariza variando los efectos de sanación de acuerdo a las necesidades de la persona que lo usa. La meditación mirando constantemente  al centro del mismo produce un cambio energético positivo.

Al estar dirigido por el  Yo superior tiene un efecto benéfico.

Entre las propiedades de este símbolo, neutraliza la energía  negativa que se haya  acumulado en objetos tales como  cristales, joya, etc., simplemente colocando entre dos símbolos el objeto. Se le puede colocar debajo del colchón  de la cama en la que uno duerme, debajo de una mesa de masajes, colgado de una  pared para armonizar el lugar, exponerlo sobre alguna dolencia, etc.

El Antahkarana es el puente entre los niveles inferiores y superiores de nuestro Universo. Por lo tanto el uso del símbolo nos permite elevarnos hacia los planos superiores ya sea que lo usemos en la práctica sanadora o simplemente para la meditación.

 

 

MEDITACIÓN: CON EL ANTAHKARANA:

Puedes meditar directamente en el Antahkarana poniendo tu vista fija y relajada en el símbolo. Con la práctica, la imagen puede moverse o cambiar de forma o ver varios, desaparecer y aparecer paulatinamente o incluso desaparecer totalmente. Esto es bueno ya que indica que se ha entrado a un nivel más profundo de meditación.  De acuerdo a nuestros Ángeles, el Antahkarana es una puerta hacia otras dimensiones y se obtienen grandes beneficios con tan solo 10 minutos diarios de meditación 

 

 

LA CRUZ CÓSMICA

 La cruz Cósmica está  hecha de siete símbolos intercalados . Representa los siete Chakras mayores y purifica tu energía, también puede ser usada para abrir el chakra del corazón. Te invito a experimentar con estos símbolos, puedes hacer copias de ellos libremente. Para mayor durabilidad puedes pegarlos en un cartón o plastificarlos.

El Antahkarana es un símbolo que se nos da libremente a todos. Que te beneficies grandemente al experimentar con su uso en tu camino hacia la Luz.